03 agosto 2012

Villa Consuelo: Calle Ana Valverde, su importancia en la Independencia Dominicana

La calle Ana Valverde nace en la Carlos Nouel, en Villa Consuelo y muere en la Josefa Brea, en el barrio de Mejoramiento Social.

Es parte de las mujeres que a fuerza de decisión y amor patrio, se constituyeron en “Madres de la Patria”.

Villa Consuelo.- Ana Valverde: nació en Santiago hacia 1798, era hija del doctor José Valverde, abogado de la Real Audiencia de esta Isla, y de Dolores Fernández. Su hermano, Manuel María Valverde, era también Duartiano y fue de los principales próceres de la Restauración.

Destacada febrerista, ella y su familia se opusieron a la ocupación haitiana prestando notables servicios al movimiento independentista de 1844.

Inmediatamente después de la proclamación del 27 de febrero, como se esperaba un ataque haitiano, esta valiente mujer se dedicó a recabar fondos para reconstruir los muros de la ciudad de Santo Domingo. Cuando Pedro Santana tomó el poder, fue expulsada del país; murió en Santo Domingo el 20 de noviembre de 1864.

La lucha contra los invasores haitianos fue la actividad más importante de su vida.

Ana Valverde, miembro de prominente y adinerada familia de Santiago de los Caballeros, fabricó balas para la Independencia, aportó recursos económicos para la reparación y el fortalecimiento de los muros que reforzaron la ciudad, y por su inquebrantable adhesión al Padre de la Patria, fue expulsada del país "cuando la reacción antiduartista se adueñó de los destinos nacionales".

Sus más caros sueños e ilusiones los consagró a la lucha por ver su suelo libre del invasor haitiano. Tal vez por eso murió soltera, a los sesenta y ocho años.

De Ana no hay fotos, ni dibujos, ni siquiera referencia remota de cómo era su físico. Hasta su primer apellido, que según Vetilio Alfau Durán era Sánchez, fue eliminado de las escasas noticias de su vida.

Sobre los orígenes y el abolengo de la dama, la académica y catedrática universitaria destaca que "el Cibao fue el centro donde primero trabajaron las personas libres, en el tabaco, y ese tabaco conforma una mentalidad diferente al Sur y el Este. No es al azar que gran parte de esas mujeres de Febrero salieron del Cibao, que también estaba en contacto con Europa".

Rosa Duarte reivindicó sus aportes en breves notas que consigna en sus Apuntes. Josefa Perdomo exalta en un poema su valor y reconoce el apoyo decisivo de la dama a la reedificación de las murallas protectoras. Félix María Delmonte da testimonio de su patriótico gesto reclutando otras mujeres para la causa, incitando a la protesta. Son menciones, líneas, insuficientes para componer la biografía que merece su entrega, casi nada en relación con el homenaje de que es digna por su desprendimiento y osadía.

La historiadora Sonia Medina profundizó búsquedas de noticias sobre Ana Valverde y dio con la triste realidad de la ausencia. Piensa que no fue rescatada, que no hay nada sobre ella desde su salida hasta su muerte. "José Gabriel García, que gusta de explayarse en detallitos mínimos, no dice nada. Vetilio Alfau la retoma, pero prácticamente en menos de una cuartilla, y todos, después, repiten el mismo verso, las mismas referencias".

Para la directora del área de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), el tributo de la calle Ana Valverde junto a otras revolucionarias de Febrero de 1844, en Villa Consuelo, Mejoramiento Social, encierra "todo un manejo del espacio conforme a ideologías, y no hay duda que destruir monumentos y enterrar personas ha significado mucho para algunos sectores, no es al azar que tú buscas esas calles ¿y dónde están? Estamos haciendo una interpretación, y la historia va a servir en este momento para que los de arriba se coloquen y puedan ir, de alguna manera, desplazando a esas figuras. Es una manera de decir: bueno, están ahí, no pueden decir que no las hemos reconocido", señala. 

Quién fue María de Toledo (Calle de Villa Consuelo)


Vetilio Alfau Durán escribe que "Doña Ana Valverde, cuyo apellido era en realidad Sánchez Valverde, falleció en Santo Domingo el 20 de noviembre de 1864", sin embargo, en la semblanza que hace de la dama, el apellido que da a su padre es Valverde.

Al referirse a las mujeres que fabricaron balas para la Independencia, Rosa Duarte cita a la insigne santiaguera como "la señora hermana del doctor Valverde, señora muy respetable". Añade que "el día que salió para el destierro se bendijo el Fuerte de San Antón que se había reedificado con la suscripción que la dignísima patriota salió a recoger entre los dominicanos que estaban entusiasmados y orgullosos de tener su patria libre".



Fuente: Eco Portal