Villa Consuelo.- El constante ruido de las cajas registradoras y el murmullo de las quejas, es la música que ambienta la oficina de Edeeste de Villa Consuelo, una de las más concurridas de la capital.Los clientes comienzan a desfilar desde temprano por la sucursal de la avenida San Martín con Oviedo, ignorando la lluvia que ha caído toda la mañana.
Entran y salen con paraguas y factura en mano.
Por un lado, están los conformes con la facturación, esos que cumplen religiosamente con sus pagos, están los morosos, los que van por “salir de eso” y los nerviosos e irritados por los “abusos” de la Distribuidora de Electricidad.
Entre estos últimos, está una señora que irrumpe en la oficina y sin preguntar, se dirige directamente al área de Servicio al Cliente: “Oiga, joven, a mí me acaban de cortar la luz, ¿qué hago? -Señora, vamos a ahorrar tiempo, coja su ticket y haga su turno”, le responde abruptamente otro cliente que espera a que le “pongan asunto”.
La mujer acude a caja, y sigue cacareando: “¡Ay, santo cielo, no le dan chance a uno para nada, cuando la luz se va el día entero uno tiene que aguantar eso, primera vez que me cortan la luz”!
Después de pagar, vuelve donde la empleada: “Mira, mi amol, que me la manden a poner rápido, ya yo pagué, ¿qué tengo que hacer?
Del otro lado del escritorio le responden: “Bueno, doña, tiene que esperar la reconexión que se genera a partir de las tres de la tarde en adelante”.
La mujer respira hondo y airada vocea para todos los presentes: “¡Oye eso, son unos azarosos!”, y se va.
Mientras tanto, en el área de Caja no paran de atender a los que van llegando.
RD$11,818; RD$6,770; RD$1,330; RD$187; RD$1,046, así van cantando números como si de los premios de la Lotería Nacional se tratara.
Y para los que tienen la percepción de que al dominicano no le gusta pagar la luz, existen sus excepciones. Un hombre acudió a la oficina comercial para pagar por adelantado su factura porque se va de vacaciones este viernes.
“Buenos días, Dios le bendiga” se le oye decir a un cristiano que llega a la oficina, mientras afuera la pertinaz llovizna continúa, obligando al guachimán a entrar.
En eso, alguien se vuelve a quejar por lo mismo. Un corte del servicio energético. Dice que pagó el lunes en una oficina bancaria pero que no se registró en el sistema.
“Perdí mi tiempo, mi combustible y mi día, ¡qué vaina!” dice mientras se pierde por la puerta de cristal. l maría teresa morel
Entran y salen con paraguas y factura en mano.
Por un lado, están los conformes con la facturación, esos que cumplen religiosamente con sus pagos, están los morosos, los que van por “salir de eso” y los nerviosos e irritados por los “abusos” de la Distribuidora de Electricidad.
Entre estos últimos, está una señora que irrumpe en la oficina y sin preguntar, se dirige directamente al área de Servicio al Cliente: “Oiga, joven, a mí me acaban de cortar la luz, ¿qué hago? -Señora, vamos a ahorrar tiempo, coja su ticket y haga su turno”, le responde abruptamente otro cliente que espera a que le “pongan asunto”.
La mujer acude a caja, y sigue cacareando: “¡Ay, santo cielo, no le dan chance a uno para nada, cuando la luz se va el día entero uno tiene que aguantar eso, primera vez que me cortan la luz”!
Después de pagar, vuelve donde la empleada: “Mira, mi amol, que me la manden a poner rápido, ya yo pagué, ¿qué tengo que hacer?
Del otro lado del escritorio le responden: “Bueno, doña, tiene que esperar la reconexión que se genera a partir de las tres de la tarde en adelante”.
La mujer respira hondo y airada vocea para todos los presentes: “¡Oye eso, son unos azarosos!”, y se va.
Mientras tanto, en el área de Caja no paran de atender a los que van llegando.
RD$11,818; RD$6,770; RD$1,330; RD$187; RD$1,046, así van cantando números como si de los premios de la Lotería Nacional se tratara.
Y para los que tienen la percepción de que al dominicano no le gusta pagar la luz, existen sus excepciones. Un hombre acudió a la oficina comercial para pagar por adelantado su factura porque se va de vacaciones este viernes.
“Buenos días, Dios le bendiga” se le oye decir a un cristiano que llega a la oficina, mientras afuera la pertinaz llovizna continúa, obligando al guachimán a entrar.
En eso, alguien se vuelve a quejar por lo mismo. Un corte del servicio energético. Dice que pagó el lunes en una oficina bancaria pero que no se registró en el sistema.
“Perdí mi tiempo, mi combustible y mi día, ¡qué vaina!” dice mientras se pierde por la puerta de cristal. l maría teresa morel
La alta facturación y los cortes indebidos
Según la Oficina de Protección al Consumidor (Protecom), las quejas más frecuentes interpuestas por los usuarios, suelen ser por alta facturación, cortes indebidos, asignación incorrecta de tarifa, inversión de medidores, entre otras.
Esta instancia fue creada mediante el artículo 121 de la Ley General de Electricidad No.125-01, para dirimir los reclamos de los consumidores. Por encima se encuentra la Superintendencia de Electricidad.
Esta instancia fue creada mediante el artículo 121 de la Ley General de Electricidad No.125-01, para dirimir los reclamos de los consumidores. Por encima se encuentra la Superintendencia de Electricidad.
Por María Teresa Morel