El precio más caro de una boleta es de 28 mil 200 dolares en el área VIP en Golden State.
Estas Finales de la NBA se vende fácilmente como la revancha entre dos viejos conocidos que vuelven a verse las caras tras un largo año de espera, pero si te fijas un poco más te darás cuenta que esta serie será mucho más que eso.
Se trata de la batalla por la supremacía y los corazones de los aficionados del mundo entero entre Stephen Curry y LeBron James.
LeBron se obsesiona con su "marca", calculando cada tuit y posteo de Instagram con el apoyo de un equipo compuesto por sus amigotes. Es más, su contrato "de por vida" con Nike vale ¡mil millones de dólares!
Curry, sin embargo, parece haber superado al Rey en su propia corte con el carisma propio de una estrella de cine y encestando triple tras triple desde distancias inusitadas que dejan a todos boquiabiertos. Su vínculo con Under Armour ha rendido frutos y este año sus zapatillas recaudaron 10 millones de dólares más en ventas que las de LeBron, 160 a 150.
¿Se dan cuenta? Esto va mucho más allá de los 24,6 puntos por partido que promedia LeBron o el 45,8 por ciento de efectividad en triples de Curry en triples durante esta postemporada, el cual por cierto es el más elevado de su carrera en los playoffs.
Me podrás decir "¿Zapatillas? ¿y eso a mi qué me importa? Háblame de lo que sucede dentro de la cancha", y hasta hace no mucho tiempo te hubiese dicho que tienes toda la razón. Sin embargo, hoy en día las motivaciones fuera de la cancha tienen un efecto directo dentro de ella que simplemente no se puede ignorar.
En otras palabras, LeBron y Curry protagonizan una pulseada por la adulación de cada niño y adolescente que los ve jugar.
Además, esta es una batalla por un legado inmortal entre dos jugadores que se ven las caras en el escenario más grande. Eso solo ha sucedido nueve veces en la historia de la NBA entre ganadores del premio al Jugador Más Valioso de la NBA, según los genios del Departamento de Estadísticas e Información de ESPN.
Curry puede mejorar su marca invicta en Finales de la NBA a 2-0 con el bonus agregado de que habría ganado ambas series contra el mejor jugador de la última década. James, por su parte, no se puede dar el lujo de perder su quinta final en siete intentos y caer a 0-3 en Cleveland.
Ningún jugador que se haya coronado como MVP de la NBA ha quedado segundo en cinco ocasiones distintas, y ese no es un club del que quieras ser miembro. Wilt Chamberlain perdió cuatro de seis Finales, mientras que Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar contaron con legajos positivos de 5-4 y 6-4 respectivamente.
Para aquellos que esperen presenciar una batalla titánica entre Curry y LeBron uno contra uno, lamento decepcionarlos pero eso simplemente no sucederá.
Uno es un base y el otro es un alero. Curry abusaría de LeBron con triple tras triple mientras lo hace pasar por cortina tras cortina de sus compañeros, mientras que LeBron simplemente atropellaría a Curry como una locomotora camino al aro.
Hablando de encarar hacia el aro, el astro de los Cleveland Cavaliers se ha hecho un hábito sano de encestar cerca del aro con un 59 por ciento de efectividad en la zona pintada, el porcentaje más elevado de su carrera en ese rubro. Sus otros tres porcentajes más elevados habían sido del 54, 53 y 50 por ciento entre el 2011 y el 2015 con el Miami Heat.
Él nunca había sido tan letal vistiendo la camiseta de los Cavaliers entre el 2003 y el 2010 o la temporada pasada.
¿Cómo lo (intentas) detener? Simple, el antídoto tiene nombre y apellido y se llama Andre Iguodala.
Iguodala fue nombrado como MVP de las Finales pasadas por sobre Curry gracias a sus proezas defensivas, las cuales deslumbraron más que nada en cada mano a mano con LeBron.
l alero de los Warriors no solo intentó bloquear o alterar el 87 por ciento de los tiros del número 23 de los Cavs, sino que lo mantuvo a raya con un 35,1 por ciento de efectividad en tiros de campo. Aquel porcentaje era 4,7 puntos más bajo que el promedio total de LeBron en la serie.
Sin embargo, esta versión del "Rey" es más agresiva y con ganas de anotar 67 puntos lo más pronto posible para superar a Kobe Bryant en el décimo puesto de los máximos anotadores de las Finales de la NBA con un total de 938.
En cuanto a Curry, la temporada regular nos ofreció 402 razones por las cuales Curry es el unicornio de los triples. Si no estaríamos viendo sus hazañas en persona, diríamos que es un cuento mitológico.
¿Cómo lo (intentas) detener? La clave es el movimiento constante.
Curry tuvo apenas un 37,9 por ciento de efectividad en tiros de campo cuando los Cavs le cambian la marca durante una misma posesión, comparado con un 46,1 cuando la defensa permanece estática.
El problema es que el base de los Warriors parece haber descifrado el acertijo de Matthew Dellavedova, quien lo volvió loco durante las Finales del año pasado limitándolo a un 25 por ciento de tiros encestados y 33 por ciento en triples durante el segundo y tercer juego de aquella serie.
Desde aquel entonces, Curry ha convertido 22 de sus 39 intentos (56%) durante los cinco juegos entre ellos (los últimos tres de las Finales y los dos de la última temporada regular).
La trama está repleta de suspenso, y la lupa está bien puesta en dos superestrellas que prometen darnos un verdadero show por segundo año seguido.
Pase lo que pase, el que sale ganando si o si es el espectador.
Nota de Martin Bater
Via espn