Santo Domingo.- La obesidad ha dejado de ser un problema exclusivo de los países desarrollados para convertirse en un mal de salud pública mundial, que incluye a las naciones pobres y a las que están en vías de desarrollo.
De esta forma, la República Dominicana, no escapa a esta situación y registra un elevado número de personas en sobrepeso, de todas las edades y de ambos sexos.
Aunque no existen estadísticas oficiales, el problema es evidente y se observa en un simple recorrido por las calles y lugares donde se produce actividad humana.
El fenómeno ha traído a República Dominicana al último recurso de la medicina para tratar la obesidad mórbida o extrema: la cirugía bariátrica.
Con alrededor de treinta cirujanos practicándola, el país es ya uno de los más adelantados en esta materia en Latinoamérica y de los que siguen con mas fidelidad las tendencias innovadoras de esa especialidad.
El doctor Abel Ricardo González Canalda, miembro de una familia que ha dejado profundas huellas en la medicina dominicana, es el pionero aquí en este tipo de cirugía, a la que se ha sometido gran número de pacientes obesos.
González, quien en 1990 inició en Santo Domingo la cirugía laparoscópica o de mínima invasión, dice que en los pacientes obesos los tratamientos conservadores -como la dieta, el ejercicio físico, la modificación de la conducta o los fármacos- son “efectivos a corto plazo, pero fracasan en un 98 por ciento a largo plazo”.
Sostiene que el tratamiento quirúrgico de la obesidad extrema es el único método efectivo que mantiene el descenso de peso a largo plazo y mejora las enfermedades asociadas, la calidad de vida y las condiciones psicosociales del paciente.