26 enero 2013

Somos dominicanos por él

Si hoy somos una nación, si tenemos identidad y sobre todo una conciencia nacional, se lo debemos al más excelso precursor de la República: Don Juan Pablo Duarte y Diez.

Un día como hoy, del año 1813, nació el que sería,veinticinco años después de esa fecha, el inspirador de un movimiento secreto que se propuso luchar contra la dominación haitiana en nuestro suelo para implantar la nueva República, libre, soberana e independiente.

Su grandeza no radicó exactamente en el éxito del movimiento, sino en la luminosidad y largo alcance de su ideario, en los fundamentos del programa liberador y en su incomparable fe y valor personal para afrontar la causa independentista.

Era un hombre dotado de condiciones siniguales. Con toda exactitud, el historiador Emiliano Tejera lo describió como “el dominicano de gloria más pura”, por la alteza de su concepción, la fecundidad de su labor y su desinterés y abnegación, cualidades que solo confluyen en un selecto número de elegidos para la proceridad.

Gracias a su titánica obra de redención patriótica, podemos decir que hoy somos dominicanos por él, somos un país que si bien ha tenido tropiezos y caídas en su devenir, no renuncia al supremo ideal por el cual Duarte y los demás conjurados en el movimiento secreto La Trinitaria se entregaron al sacrificio de la cárcel, la prisión, el exilio o la muerte, es decir, al ideal de vivir en libertad, con capacidad para la autodeterminación y definición de nuestro destino.

Hoy, al conmemorarse el segundo centenario de su nacimiento, el mejor homenaje de gratitud que podemos rendirle a quien nos dio sello e identidad de nación es preservar, en nuestros corazones, y aplicar, en nuestra cotidianidad, los principios básicos que Duarte nos dejó de herencia, la mejor guía para entender que “vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor” .


Fuente: Listin Diario