La República Dominicana declara su Independencia de la dominación haitiana el 27 de Febrero de 1844 y se constituye como un estado independiente.
Dominación Haitiana
La parte española de la isla fue invadida por la naciente República de Haití por razones de tipo económicas, sociales y políticas siendo la de mayor importancia la preservación de su propia independencia frente a un vecino que mantenía el sistema esclavista y que por sus propios intereses era un potencial enemigo de la recién creada república negra, en la que había sido abolida la esclavitud.
La invasión se produce casi sin ninguna oposición militar dada la diferencia numérica de ambos lados. La parte este o española tenía una población inferior al pueblo haitiano de esa época, además de la desorganización y miseria producto de la Guerra de la Reconquista en la parte española. Por otra parte, España estaba en franca decadencia y enfrentando los movimientos independentistas en el territorio continental y había perdido el interés por esta posesión cuyas minas de oro ya estaban agotadas.
La ocupación haitiana de la parte oriental de la isla que duró 22 años. Esta ocupación, que pretendía anexar el territorio oriental a Haití, produjo inmediatamente un gran malestar y repulsa en los habitantes españoles dado sus irreconciliables diferencias de idioma, cultura, religión y su organización política, pero sobre todo por su concepción diferente del derecho de propiedad de la tierra.
Movimientos separatistas
La ocupación generó resistencia, desobediencia civil e incluso algunas conspiraciones que fueron develadas y hechos prisioneros o condenados a muerte sus miembros en un régimen que representaba cada día más el oprobio natural de una dominación extranjera.
La Trinitaria
En 1838 y después de regresar de estudiar en Europa y convencido por los vientos del Liberalismo que azotaban el viejo continente, Juan Pablo Duarte funda la organización secreta La Trinitaria cuya meta fue la creación de una Patria independiente de toda dominación extranjera.
La Trinitaria creció rápidamente dentro de la juventud y se extendió a las principales ciudades del país producto del trabajo tesonero y también como resultado de una sociedad artística llamada La Filantrópica que por medio de obras de teatro iba llevando el mensaje independentista.
Cuando el Presidente Boyer es derrocado por un movimiento revolucionario haitiano, se presentan coyunturas que precipitan los acontecimientos en la parte oriental de la isla firmemente decidida a terminar con el yugo opresor.
En ese momento existían cuatro movimientos separatistas como nos menciona Frank Moya Pons en su Manual de Historia:
1.El movimiento independentista encabezado por Juan Pablo Duarte
2.Movimiento pro-español, del cual eran exponentes en Santo Domingo los sacerdotes Gaspar Hernández y Pedro Pamiés, y en Puerto Plata el veterano General Andrés López Villanueva.
3.Movimiento pro-ingles, se inclinaba a buscar la protección de Inglaterra a cambio de ventajas comerciales y lo encabezaba un propietario de Las Matas de Farfán de apellido Pimentel.
4.Los Afrancesados: compuesto por hombres maduros, la mayor parte de los cuales habían ocupado puestos administrativos dentro del gobierno haitiano anterior y que creían poder alcanzar la eliminación del dominio haitiano con ayuda de Francia, (los afrancesados) a cambio de otorgarle a esta potencia privilegios políticos, arancelarios y territoriales. Sus cabecillas visibles eran un rico propietario de Azua llamado Buenaventura Báez (que luego se convirtió en dictador) y el importante abogado y comerciante Manuel Joaquín Delmonte.
El Gobierno provisional haitiano ordenó que se realizaran elecciones municipales el día 15 de Junio de 1843, elecciones que fueron ganadas en su mayoría por los miembros de la Trinitaria en el sector oriental, victoria que agudizaría la lucha contra la dominación haitiana e hizo que el General Gérard o Herard con sus tropas iniciara la persecución de los trinitarios en todo el país, obligando a Duarte a embarcarse subrepticiamente hacia Saint Thomas para evadir dicha persecución.
El movimiento quedó bajo la dirección de Francisco del Rosario Sánchez y buscando lograr nuevos adeptos lograron “conquistar” para la causa a Tomás Bobadilla, antiguo funcionario del régimen de Boyer que el nuevo gobierno haitiano había dejado fuera. También conquistaron los hateros del este del país, un grupo de personas privilegiadas por la colonia mediante la entrega de grandes cantidades de tierra y sus líderes eran los hermanos Pedro y Ramón Santana.
Declaración de Independencia
Aunque Juan Pablo Duarte, el Padre de la Patria, se hallaba ausente, la noche del martes 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde de la ciudad de Santo Domingo, la República Dominicana era proclamada por Francisco del Rosario Sánchez, jefe del movimiento tras la ausencia de Duarte, Tomás Bobadilla y Briones, representante de los conservadores, Ramón Matías Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino Puello, Eusebio Puello, Eduardo Abreu, Juan Alejandro Acosta, Remigio del Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha, Cayetano Rodríguez, Félix María del Monte y otros patriotas, quienes expresarían a a las autoridades haitianas su indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de nuestras vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de retractar nuestra voluntad.
Ese 27 de febrero se izó la Bandera Dominicana en la Puerta del Conde. Ondeó en la ciudad de Santo Domingo la bandera bordada por Concepción Bona y María Trinidad Sánchez, junto con otras damas. La Bandera había surgido de un proyecto presentado por Juan Pablo Duarte, aprobado el 16 de julio de 1838 en La Trinitaria, donde se presentaron los colores y la forma de la enseña que representaría al nuevo estado, que se denominaría "República Dominicana".
La naciente república quedó dirigida por una Junta Central Gubernativa bajo el poder de los conservadores hasta el 14 de noviembre de 1844 en que Pedro Santana es electo como el Primer Presidente Constitucional de la República Dominicana.