SANTO DOMINGO.- El mayor inconveniente que afrontarán las autoridades dominicanas para ejecutar de manera exitosa el plan de deportaciones de extranjeros que viven ilegalmente en el país, es la utilización de miles de esos ciudadanos por empresarios agropecuarios y de la construcción de obras de infraestructuras.
Muchos haitianos, la mayoría sin estatus legal en la República Dominicana, trabajando en la recolección de café, en plantaciones de arroz, la ganadería, como vigilantes privados y en construcción de distintas obras en toro el territorio nacional.
Algunos de esos extranjeros, vivien juntos a familias en fincas, algunos de los cuales aislados, mientras otros alojados en edificaciones en construcción, lo que dificultaría el acceso de los inspectores de la Dirección General de Migración, para su arresto y deportaciones.
Se atribuye a muchos hacendados y ganaderos haber dicho que dudan de la efectividad del Plan de Regulación de Extranjeros, debido a los intereses que ello implica, y que lo único que ellos les preocupa es que tendrán que destinar recursos extras para pagar ¨peajes ¨ para evitar las deportaciones de sus trabajadores haitianos.
El vicepresidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benitez, quien ha expresado su defensa pública de esos extranjeros, ha vaticinado que a penas el 50 de esos ilegales serían repatriados.
De su lado, el presidente de Haiti, ha advertido que ese estado no está en capacidad de recibir en su territorio a todos los haitianos que contempla deportar las autoridades dominicanas, alegando que muchas de esas personas nacieron en República Dominicana y por tanto están desvinculados de la realidad en esa nación.
Sin embargo, las autoridades militares y migratorias están listas para el inició este jueves del proceso de deportaciones de todos los haitianos que no se acogieron al Plan Nacional de Regulación de sus estatus migratorios.