En 1944, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó que el 17 de junio como Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, marcando el aniversario de la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. En esta fecha, tomamos la oportunidad para crear conciencia mundial sobre la necesidad de cooperar para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía.
La desertificación es definida como la degradación de tierras en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Según ecologistas, la desertificación afecta directamente a más de mil millones de habitantes en 110 países. Cada año se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productiva.
Entre los principales factores que se debe esta situación se encuentran la deforestación de bosques para el uso de maderas y agropecuario, los incendios forestales, el sobrepastoreó, prácticas inadecuadas de riego, cambios climáticos, entre otras.