13 diciembre 2014

Organiza tu mente y tu vida "6 principios para esto"

Una mente organizada permite una participación plena en un estilo de vida saludable. La ciencia de la organización del cerebro se traduce en seis principios, o “reglas de orden” con soluciones de autopreparación.

No se trata de ordenar tu oficina, tu hogar, o comprar la última aplicación para organizar las actividades pendientes, sino de la capacidad de la mente para lograr un mayor orden —una perspectiva calmada, sabia, positiva y estratégica— y las habilidades que se requieren para llegar ahí.

Un estudio reciente del Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos concluyó que la obesidad puede ser consecuencia de factores como una mente desorganizada, impulsividad, negatividad crónica, alto nivel de estrés y el hacer tareas múltiples.

Las habilidades para organizar tu mente se construyen en las conexiones normales del cerebro. Así que, ¿cómo empiezas a explotar tu capacidad innata de ser organizado?

1. Domina tu frenesí

Antes de que puedas centrar tu atención, necesitas hacerte cargo de tu frenesí emocional negativo (la preocupación, la ira, la tristeza, la irritabilidad). Este frenesí afecta o abruma tu corteza prefrontal, la región del cerebro que realiza la función ejecutiva, por lo tanto no puedes “pensar bien”.

Demasiado estrés negativo afecta a tu capacidad de concentración y daña tu salud.

La buena noticia es que las mismas cosas que pueden mejorar tu salud, pueden mejorar tu capacidad para manejar el frenesí negativo: duerme bien, ejercítate, haz un ejercicio de concentración o elige el carril lento ocasionalmente, incluso durante algunos minutos.

Lo más importante
  • Las emociones negativas afectan la región del cerebro con la que tomas decisiones, y por lo tanto no puedes pensar bien.
  • Demasiado estrés negativo afecta tu capacidad de concentración y tu salud.

2. Mantén la concentración

Ahora que tu mente está calmada, identifica una tarea, y sólo una tarea.

El cerebro no está diseñado para enfocarse en más de una cosa a la vez.

Dile a tu cerebro la intención o meta que tienes con la sesión. Apaga el teléfono y el correo electrónico, cierra la puerta y como primer paso enciende un cronómetro durante 20 o 30 minutos.

Lo más importante
  • El cerebro no está diseñado para enfocarse en más de una cosa a la vez.

3. Aprende a parar


El cerebro concentrado también necesita ser capaz de parar de una forma tan segura como lo hace un automóvil con unos buenos frenos frente a una señal de alto.

Las regiones de radar del cerebro examinan tu entorno interno y externo todo el tiempo, incluso cuando estás concentrado. Y si eres humano, las distracciones son inevitables. En lugar de sucumbir sin pensarlo ante una distracción mientras estas en medio de una tarea importante (incluyendo actividades saludables como el ejercicio, cocinar alimentos saludables o relajarte), detente, respira y considera si la distracción es lo suficientemente urgente como para que supere a la prioridad actual.

Si no es así, regresa tu atención a la tarea importante hasta que sea momento para que las baterías de tu cerebro vuelvan a recargarse, o empieces una nueva tarea.

Lo más importante
  • Si algo te distrae, evalúa si es más importante que la tarea que realizas y si no es así, regresa a tu tarea prioritaria

4. Accede a tu memoria de trabajo


Tu cerebro está diseñado para almacenar un grupo de pedazos de información en la memoria de corto plazo (conocida como “memoria de trabajo”).

Cuando tienes acceso a tu memoria de corto plazo, varios elementos entran en tu mente y te ayudan a resolver problemas, a generar nuevas ideas a comprender, y a ver nuevos patrones que te llevan a una perspectiva estratégica.

Las mismas estrategias que te permiten dominar tu frenesí, te permiten tener un mejor acceso a tu memoria de trabajo: el ejercicio, la respiración profunda o la meditación y una buena noche de sueño.

Lo más importante
  • Para tener un mejor acceso a tu memoria necesitas: ejercicio, respiración profunda, meditación y calidad de sueño.

5. Cambia los enfoques

Ahora es tiempo para mover tu concentración a una tarea nueva. Mueve toda tu atención completamente a la nueva tarea y dale tu total atención. Esta capacidad del cerebro, llamada “cambio de enfoque”, te permite dejar atrás una tarea y brincar a una nueva con un enfoque fresco y productivo.

El cambio de enfoque también se describe como agilidad o flexibilidad. A menudo nuestras ideas más creativas aparentemente surgen de la nada, cuando le damos un descanso al cerebro o estamos concentrados totalmente en otra cosa.

Lo más importante
  • El cambio de enfoque es la capacidad del cerebro para cambiar totalmente a otra tarea

6. Une los puntos

Aprendiste a dominar tu frenesí y a centrar tu atención en una cosa a la vez. Ahora puedes manejar las distracciones. Tu mente de trabajo está lista para actuar cuando la necesites. Eres ágil, capaz de cambiar con destreza de una tarea a otra. Tomas descansos, mueves tu cuerpo y cambias tu concentración para invitar a que surjan nuevas ideas, percepciones y conexiones.

En conjunto, estas “reglas de orden” te ayudarán a cambiar no sólo tus hábitos de atención, sino la forma cómo ves tu vida. En lugar de estar estresado, puedes estar calmadamente en control.

Serás más productivo y por lo tanto tendrás más tiempo para hacer las cosas que son saludables para tu cuerpo y mente. Te sientes bien contigo, y las emociones positivas promueven la salud. Y serás capaz de utilizar tu mente organizada para establecer metas saludables y concentrarte bien para lograrlas.

Lo más importante
  • Con estas reglas serás más productivo y tendrás más tiempo para realizar otras actividades.