Treinta años de venta informal han sustentado la familia de Elida
Mercedes. Todos la conocen por su alegría y buen servicio al vender.
Santo Domingo.- Una de las características del mercado laboral dominicano, al igual que en la mayoría de países de América Latina y el Caribe, es la alta participación de población en el sector informal. Aunque esta situación acarrea niveles de vulnerabilidad, al no contar con una protección laboral, para algunos, este sector permite cubrir las necesidades diarias de una familia.
Elida Mercedes llegó hace 30 años desde el municipio Monción, en Santiago Rodríguez.
Pertenece al 97.3% de la gente que trabaja por cuenta propia de modo informal, según el informe de mercado laboral informal del Banco Central (BC), a diferencia del 65.1% de los patronos socios activos y 25.9% de los empleados privados.
Desde que decidió quedarse en la capital no ha interrumpido su labor diaria, vendiendo comidas y bebidas en una esquina de la ciudad, para adquirir el sustento de su familia. Desde Villa Consuelo llega a la avenida 27 de Febrero esquina Leopoldo Navarro cargada con sus galletas, mentas, frutas y todo tipo de alimentos que las personas pueden comprar de manera rápida de camino al trabajo. “La Rubia”, como le dicen sus clientes, se destaca en el comercio al detalle o al menudeo como se conoce en la economía al vendedor de las calles o buhonero. “Yo me siento tranquila trabajando aquí, la policía me cuida y mis clientes me tratan muy bien, aunque no tengo dinero para ahorrar, con lo que vendo estoy bien”. Mercedes no lleva una contabilidad exacta de sus ingresos mensuales. “Lo que me gano aquí me ayuda para pagar la luz, el agua, la casa y comprar comida. Mi vida entera, desde que llegue a la capital, la he sustentado con lo que gano”. Sin embargo, estima que diariamente gana cerca de RD$4,000 diario.
Elida Mercedes llegó hace 30 años desde el municipio Monción, en Santiago Rodríguez.
Pertenece al 97.3% de la gente que trabaja por cuenta propia de modo informal, según el informe de mercado laboral informal del Banco Central (BC), a diferencia del 65.1% de los patronos socios activos y 25.9% de los empleados privados.
Desde que decidió quedarse en la capital no ha interrumpido su labor diaria, vendiendo comidas y bebidas en una esquina de la ciudad, para adquirir el sustento de su familia. Desde Villa Consuelo llega a la avenida 27 de Febrero esquina Leopoldo Navarro cargada con sus galletas, mentas, frutas y todo tipo de alimentos que las personas pueden comprar de manera rápida de camino al trabajo. “La Rubia”, como le dicen sus clientes, se destaca en el comercio al detalle o al menudeo como se conoce en la economía al vendedor de las calles o buhonero. “Yo me siento tranquila trabajando aquí, la policía me cuida y mis clientes me tratan muy bien, aunque no tengo dinero para ahorrar, con lo que vendo estoy bien”. Mercedes no lleva una contabilidad exacta de sus ingresos mensuales. “Lo que me gano aquí me ayuda para pagar la luz, el agua, la casa y comprar comida. Mi vida entera, desde que llegue a la capital, la he sustentado con lo que gano”. Sin embargo, estima que diariamente gana cerca de RD$4,000 diario.