Quienes fueron jóvenes en los años ’70 y sobre todo los ’60 tuvieron el privilegio de tener entre sus ejemplos el valor de hombres y mujeres que perseguían algo más grande que un sueldo, una contrata o pegarse en la radio cantando dembow. Tenían ideales muy fuertes, convicciones que francamente lucían monolíticas y que reflejaban una incólume voluntad de lucha contra elestatus quo de la época. Tenían la necesidad de ser mejores ciudadanos porque no serlo era la excepción, no la regla.
Trabajaban, estudiaban, se empeñaban en mejorar su condición de “clase media” a base de esfuerzo y decencia y no a través de “atajos” podridos de sinvergüencería.
Había corruptos, como siempre los ha habido (si leen cualquier libro religioso, se darán cuenta de que la traición y la corrupción están en los primeros capítulos), pero de alguna manera que quizás sea benévola a causa del tiempo, los inservibles eran muy pocos y mucho menos descarados que los que hoy tenemos. En fin, que las personas que vivieron en esos años tenían algo que hoy escasea. Tenían héroes, ejemplos a seguir, ideales que cultivar.