¿Saturado de información que no puedes procesar?
PARÍS.- ¿Ya no logra administrar los mensajes que inundan su buzón de correo electrónico? ¿Ya no logra priorizar y tratar el flujo de información? Es probable que sufra de “infobesidad” o sobrecarga de mensajes, un mal que afecta cada vez a más empleados.
Traducción del inglés “information overload”, la “infobesidad” se define como “la patología de la sobrecarga de información”, explica a la AFP Caroline Sauvajol-Rialland, profesora de la Universidad Católica de Lovaina (UCL) y de Sciences Po Paris.
El principal responsable de este mal es el correo electrónico, que se ha convertido en la principal herramienta de trabajo y de comunicación en las empresas.
“Es un verdadero sufrimiento. Pone a las personas en una situación de angustia constante y de frustración porque no logran seguir este flujo continuo que, en consecuencia, conduce a una sensación de impotencia y a un fuerte estrés”, explica la profesora.
“Somos al mismo tiempo receptores y usuarios de la información, pero también transmisores de información, es decir al mismo tiempo las principales víctimas de esta sobrecarga, y también los principales actores”, añade.
Thierry Venin, investigador del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS), explica que “la urgencia sucede a la urgencia”. “Tan pronto recibimos un correo electrónico, hay que responder inmediatamente, caso contrario, el remitente nos llama para preguntarnos si recibimos su mensaje. ¿Un minuto libre? ¡Rápido, echemos un ojo a nuestro buzón de correo para ver si hay algo nuevo! Hay un lado adictivo”, advierte. Más Aquí
Traducción del inglés “information overload”, la “infobesidad” se define como “la patología de la sobrecarga de información”, explica a la AFP Caroline Sauvajol-Rialland, profesora de la Universidad Católica de Lovaina (UCL) y de Sciences Po Paris.
El principal responsable de este mal es el correo electrónico, que se ha convertido en la principal herramienta de trabajo y de comunicación en las empresas.
“Es un verdadero sufrimiento. Pone a las personas en una situación de angustia constante y de frustración porque no logran seguir este flujo continuo que, en consecuencia, conduce a una sensación de impotencia y a un fuerte estrés”, explica la profesora.
“Somos al mismo tiempo receptores y usuarios de la información, pero también transmisores de información, es decir al mismo tiempo las principales víctimas de esta sobrecarga, y también los principales actores”, añade.
Thierry Venin, investigador del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS), explica que “la urgencia sucede a la urgencia”. “Tan pronto recibimos un correo electrónico, hay que responder inmediatamente, caso contrario, el remitente nos llama para preguntarnos si recibimos su mensaje. ¿Un minuto libre? ¡Rápido, echemos un ojo a nuestro buzón de correo para ver si hay algo nuevo! Hay un lado adictivo”, advierte. Más Aquí
Fuente: En Segundos