El cadáver de Maribel, luego de ser trasladado a una morgue
Después de buscarla por 16 días, la Policía encontró muerta a Maribel Buriticá, la mujer colombiana de 34 años que desapareció en Punta Cana, provincia La Altagracia. El alegado confeso asesino llevó a los investigadores hacia el lugar donde estaba la osamenta, en unos matorrales de la Autovía del Este, próximo al puente de Juan Dolio. El victimario fue identificado como David Joel Toribio Guridi, de 32 años, conocido como “Big Papi”, quien trabajaba como bailarín en un hotel de la región Este.
El vocero de la Policía, general Máximo Báez Aybar, informó, a través de su cuenta de Twitter, que “la ropa sobre la osamenta coincide en sus características con las que vestía Maribel al momento de su desaparición”.
El vocero de la Policía, general Máximo Báez Aybar, informó, a través de su cuenta de Twitter, que “la ropa sobre la osamenta coincide en sus características con las que vestía Maribel al momento de su desaparición”.
David Toribio dijo que mató a Maribel por encargo del canadiense Gordon Wilson.
La dama vestía pantalón crema largo y camisa blanca manga corta aquel viernes cuatro de mayo, cuando fue vista por última vez, saliendo de un supermercado de la Plaza San Juan, en Bávaro, pasadas las 7:00 p.m. “Los investigadores profundizan sus pesquisas”, agregó Báez Aybar.
El carro Honda Accord gris, placa A475745 en el que se trasladaba Maribel ese día, se encontró en San Cristóbal.
Toribio Guridi cometió el crimen, supuestamente, cumpliendo un encargo del canadiense Gordon Wilson que acosaba a Maribel desde hace meses y sobre el cual se había expedido una orden de alejamiento en abril. La dama había recibido varios correos electrónicos en los que el extranjero le manifestaba su interés en que salieran juntos, pero ella, alegadamente, rechazaba las invitaciones.
Incluso, compañeros de trabajo de Maribel confirmaron que hace casi dos meses que el canadiense acudió a la oficina buscándola, pero no le ofrecieron información sobre cómo comunicarse con ella. La madre de dos niñas de 9 y 10 años se desempeñaba como gerente de grupos del parque temático Manatí Park, en Bávaro, y residía en un exclusivo residencial de Punta Cana.
Sus allegados la recuerdan como una mujer muy alegre, sociable, dedicada a su trabajo y una madre entregada a sus hijas. Esta colombiana, de figura menuda y amplia sonrisa, llegó a ganarse el afecto de muchos amigos, quienes expresaron su angustia desde las primeras horas de su desaparición y rentaron un helicóptero para buscarla por su cuenta. <<Seguir Leyendo sobre este Caso Raro>>
Fuente: ElCaribe.com.do