08 abril 2013

Mercado de Villa Consuelo podría abrir el próximo 15 de abril


Las aceras que circundan las nuevas instalaciones del Mercado de Villa Consuelo se encuentran llenas de pedigüeños, ante una custodia militar que se limita al interior de la central de abastos. Aunque la nueva infraestructura, con capacidad para alojar a 300 vendedores, fue inaugurada faltando nueve días para que el expresidente Leonel Fernández terminara su mandato, sus puertas aún permanecen cerradas.

Tres meses después la Oficina Supervisora de Obras del Estado (Oisoe) volvió a “reinaugurar” la obra sin asignar los puestos a los mercaderes que habrán de ofertar sus mercancías en el lugar, ubicada entre las calles Manuela Diez, Bartolomé Colón, Arzobispo Valera y Juan Evangelista Jiménez.

Niurkis Santos, quien regentea un local donde se oferta toda clase de habichuelas y cereales, en el solar de la calle Eusebio Manzueta, donde fue reubicado el mercado, provisionalmente, desde el año 1993, se muestra optimista ante la mudanza a un lugar con mejores condiciones.

La mujer, a quien todos conocen como la Mayimba, sostiene que la promesa hecha por el ayuntamiento es que podrá ocupar su puesto a partir del 15 de abril. “Vamos a estar mejor, más cómodos y vendrá más gente a comprar, gracias al Gobierno”, afirma.

El frutero Raúl García, quien dice tener más de 20 años pasando las mil y una en el lugar, afirma que posee su contrato que lo acredita como dueño de uno de los puestos del mercado.

“Nos han dicho que el día 15 nos mudamos y esperamos que ahora sea verdad, yo no sé por qué se han dilatado tanto”. La versión ofrecida por los venduteros no pudo ser confirmada.

Andrés Navarro, secretario general del cabildo, afirmó que la entrega de puestos se efectuará en la segunda quincena de abril, pero el mercado no abrirá sus puertas hasta que los venduteros sean entrenados y organizados. Se prevé que los dirigentes comunitarios y las autoridades se reúnan esta semana con representantes del Ministerio de Obras Públicas, la Policía Nacional, la Dirección Nacional de Control de Drogas y otras instituciones para que los comunitarios, comerciantes, venduteros, religiosos y miembros de otras entidades expongan una serie de males sociales que afectan al sector.


Fuente: ElCaribe/Mural Ciudadano