29 febrero 2016

Leonardo DiCaprio gana Oscar Mejor Actor

Se realizó la 88 edición de los premios Oscar, con la conducción de Chris Rock, desde el Dolby Theatre en Los Ángeles. Primera Plana se llevó el premio de Mejor Película y Mad Max ganó seis estatuillas. 

La gran expectativa de ésta noche estaba puesta en la categoría Mejor Actor, en al que por quinta vez estaba nominado Leonardo DiCaprio. Finalmente el protagonista de El Renacido se llevó la estatuilla. 

Esta vez, para llevarse la estatuilla el actor tuvo que competir contra Bryan Cranston (Trumbo), Matt Damon (The Martian), Michael Fassbender (Steve Jobs) y Eddie Redmayne (La chica danesa).

"Gracias a la Academia. Debo felicitar a mis colegas por sus actuaciones. El Renacido es fruto de un equipo de trabajo incansable", dijo el actor al subir al escenario a recibir su primera estatuilla.

"Has abierto caminos con tu trabajo", le dijo luego al director Alejandro González Iñarritu y le agradeció a todos los que lo ayudaron en su carrera, especialmente a Martin Scorsese, a sus padres y amigos.

"Hay que adoptar a líderes que no hablan en nombre de grandes corporaciones, sino de las poblaciones, por la gente que vio sus voces acalladas por la codicia, no demos por sentado nuestro planeta", cerró.

DiCaprio ya había estado nominado en otras cuatro oportunidades: como Mejor Actor de Reparto por ¿A quién ama Gilbert Frape? (1993) y como Mejor Actor por El Aviador (2004), Diamantes de sangre (2006) y El lobo de Wall Street (2013).

Además de su gran papel en El Renacido, un antecedente que podía hacer creer que finalmente DiCaprio se haría acreedor de un premio de la Academia, es que en enero ya había ganado unSAG Award como Mejor Actor.

La mejor película

El filme 'En Primera Plana' se llevó el premio a mejor película. Escrita por Josh Singer, esta película que tiene entre algunos de sus protagonistas a Michael Keaton, Mark Ruffalo, Rachel McAdams y Live Schreiber y retrata el compromiso periodístico y la minuciosa investigación que llevó a los cuatro miembros de la sección “Spotlight” del Boston Globe a sacar a la luz la forma en que la cúpula eclesiástica de la Iglesia tapaba los abusos de más de 70 sacerdotes sólo en esa ciudad.

Esa investigación ejemplar, que vio la luz en la edición del Boston Globe del 6 de enero de 2002, fue la punta del iceberg que ayudó a revelar más casos de curas pedófilos en todo el mundo, ya que no sólo puso en evidencia a los victimarios y reveló el sufrimiento de sus víctimas, sino que además demostró la existencia de un sistema de complicidades -con estudios de abogados incluidos- que ocultaba los hechos y silenciaba a los damnificados.

Además de reflejar con aciertos la dinámica febril de una redacción, la película pone el acento en el trabajo personal del periodista, en su método y especialmente en su ética, en su compromiso con la verdad, pero también subraya el valor esencial -social y político- de una investigación, cuando ésta es llevada a fondo, incluye el testimonio de todas las fuentes posibles y no busca el impacto del sensacionalismo ni el resultado inmediato de una operación mediática.

Ese es el trabajo monumental, por su extensión en el tiempo y por los riesgos que tomaron para lograrlo, encarado por los integrantes de la sección “Spotlight” (nombre que le da al filme su título original en inglés), un pequeño equipo dedicado a investigaciones especiales formado en el Boston Globe en los 70 y que todavía hoy funciona bajo el modelo de la unidad investigativa “Insight”, del The Sunday Times.

Ganadora del Pulitzer en 2003, la investigación periodística que desentrañó esta red de pedofilia en el seno de la Iglesia católica recuerda por su relevancia a la de “Todos los hombres del presidente”, el libro de Carl Bernstein y Bob Woodward llevado al cine por Alan Pakula en 1976, que puso luz sobre el caso Watergate, una conspiración desenmascarada por The Washington Post que obligó a Richard Nixon a renunciar a la presidencia de los Estados Unidos.