WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decretó este jueves cuatro días de luto en todo el país ante la tragedia ocurrida este miércoles en San Bernardino (California), donde 14 personas fallecieron a causa de nuevo tiroteo masivo.
Asimismo, el mandatario ha ordenado que las banderas estadounidenses ondeen a media asta en la Casa Blanca y “en todos los edificios y terrenos públicos, puestos militares y estaciones navales, y en todos los buques de guerra del Gobierno Federal” hasta el próximo 7 de diciembre.
También lo harán en todas las embajadas, consulados y legaciones diplomáticas estadounidenses. Al menos 14 personas murieron y 17 resultaron heridas en el tiroteo registrado en un centro de ayuda para discapacitados en esa localidad californiana, cuyos presuntos autores, un hombre y una mujer, fueron abatidos por la Policía horas después tras una espectacular persecución.
El jefe de policía de San Bernardino, Jarrod Burguan, identificó a los sospechosos como Syed Farook, de 28 años y de nacionalidad estadounidense, y Tashfeen Malik, esposa de éste, de 27 años y nacida en Pakistán.
Burguan explicó que Farook era un empleado del condado que trabajaba en el edificio en que tuvo lugar la matanza y que este miércoles acudió a la fiesta que allí se celebraba con motivo de la Navidad, pero que abandonó el lugar “enfadado” y regresó después con su pareja y armado para perpetrar el tiroteo.
No obstante, Obama aseguró hoy ante la prensa que aún se desconocen los motivos reales del ataque y no descartó que este nuevo episodio de violencia con armas tenga vínculos terroristas.
La masacre de San Bernardino es el tiroteo con más muertos en Estados Unidos desde la registrada en 2012 en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde murieron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.