Si le ha tocado enfrentar un cambio y su respuesta ha sido criticar la ‘mala’ decisión, tu respuesta no es más que un recurso de resistencia y pretender mantener las cosas tal y como están
LA VIDA.- Un cambio laboral, social o de pareja puede paralizar o abrir la puerta al éxito.
De acuerdo con Ilán Lobatón, especialista de la Sociedad Psicoanalítica de México, existe un tipo de resistencia a los cambios que está en el plano de lo inconsciente.
Si le ha tocado enfrentar un cambio y su respuesta ha sido criticar la ‘mala’ decisión, aparentar disposición pero no cambiar ninguna de sus actitudes o hasta asumirse incapaz de hacerlo, su respuesta no es más que un recurso de resistencia y pretender mantener las cosas tal y como están.
Los rasgos de personalidad y la propia historia de vida determinan la capacidad de adaptación a los cambios, pero a cualquier edad se puede aprender a sortearlos y eso reditúa a la salud mental, considera Susana Zarco del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.
Una estrategia para enfrentar los cambios que toman por sorpresa, recomienda, es hacer una pausa para reflexionar sobre las habilidades y capacidades con las que se cuenta y a partir de ello, empezar a sentirse seguro de que lo podrá enfrentar y analizar los beneficios y oportunidades de crecimiento que puede representar el cambio.
El proceso de cualquier cambio tiene cuatro etapas. Si se estanca en alguna, pida ayuda:
Negación o impacto inicial
Se percibe peligro, hay angustia y dificultad para manejar la nueva situación.
Defensa
Predomina el apego a las costumbres e inercias. Puede haber apatía o ira, pero empieza a haber valoración de las ventajas.
Aceptación
Hay sensación de impotencia por no detener el cambio, pero se empiezan a desarrollar nuevas habilidades y soluciones.
Adaptación o asimilación.
Las consecuencias del cambio son evidentes y hay satisfacción por nuevos logros.