Por Diego Sosa.- El adagio que reza “el tiempo es oro…” es muy cierto, pero la filosofía que sigo es: “Tener tiempo para lo que quiero es oro.” Es que saber que algo vale es una cosa, poseerlo es diferente y sacarle provecho es otra.
La realidad es que todos tenemos tiempo, 24 horas diarias, ni más ni menos. Pero no todos lo utilizamos en lo que determinamos como prioritario para nuestra felicidad. Insisto, la felicidad no es una meta, es el camino que recorremos cada día.
Como todos tenemos la misma cantidad de tiempo: ¿Cómo algunos logran más que otros? ¿Por qué unos andan apresurados por la vida mientras otros relajadamente hacen todo lo que se proponen? ¿Debido a qué no encontramos tiempo para lo que pensamos debemos hacer? Las respuestas son diversas, las causas muy reducidas y la realidad una.
Si nos aparece una emergencia y dejamos de hacer todo para ponerle atención es porque lo otro no es realmente tan vital como pensábamos. Cuando las tareas pendientes no son de vida o muerte tendemos a patearlas hasta que se conviertan en tal. Y así nuestro día pasa entregándole el tiempo a cosas que son menos prioritarias y cuando no podemos aplazar más lo que tenemos pendiente lo hacemos. Pero en el camino les hemos entregado a otros un tiempo precioso que retiramos de nuestra cuenta propia. Si no es egoísta no llegará a ser eficiente con su tiempo.
No le propongo hacer menos, sino como detallo en mi libro ¿No tienes tiempo? el truco es hacer más.
Cuando estamos bajo presión hacemos más. Cuando no tenemos tiempo no lo perdemos. Cuando el tiempo apremia somos más efectivos. Entonces, la realidad es una… no podemos hacer menos si necesitamos hacer más… debemos hacer más para vivir menos estresados.
-¿Cómo hacer más, Diego?
Muy sencillo,
· Cada tarea es prioritaria y tiene que salir de nuestros pendientes.
· No se deje quitar tiempo por nadie; no deje que la gente le hable de más, termine y salga o haga que se retiren… aunque parezca grosero, recuerde, es su tiempo, es su felicidad.
· No deje las cosas por mitad; aunque alguien le llegue, tome un par de minutos para terminar o dejarlo donde sea fácil continuar.
· No espere que le llamen para terminar un proceso.
· Póngale plazos a los demás y persígalos; la única forma que su tarea se convierte en urgente para el otro es cuándo él siente la presión, de lo contrario, es un pendiente más… Lamentable, pero cierto. Al cumplidor nadie tiene que atacarlo.
· No le regale su tiempo personal a los clientes dejándolos que le hablen de más; es que si no termina las tareas en el tiempo de trabajo acabará tomando su tiempo personal para poder cumplir… no tengo que aclararle que eso destruye su calidad de vida.
· No se comprometa con más de lo que pueda; a la corta o a la larga no podrá cumplir y eso hace que no cumpla ni siquiera con lo que realmente puede.
Ya sé, es muy fácil decirlo para mí que soy independiente, el que es empleado tiene que hacer más de lo que se puede… Y le aclaro, no es posible poder más de lo que se puede. La ineficiencia inicia con tratar de hacer más de lo que es posible, uno termina no pudiendo ni siquiera hacer lo que es posible.
Tenga una lista y ejecute, no espere acordarse de las cosas… por favor, tome el control, sepa lo que es posible y lo que no, o no podrá vivir en paz y estar feliz por lograr lo que es posible… que sea como sea es lo máximo que podrá lograr.