La importancia de esta revuelta no radica solo en el enfrentamiento de dos sectores nacionales, ni en la segunda intervención militar norteamericana, sino en la conciencia creada en la juventud de la época de que no importa la fuerza, sino la razón y los ideales. Y a la juventud de estos tiempos hay que vivir refrescándole la memoria y esto debido a que nuestros jóvenes están en todo menos en cosas que para ellos resultan sin ningún tipo de importancia.
Esta Guerra Civil Dominicana es conocida por ser el más sangriento conflicto armado en el país
durante el siglo XX. También conocida como Guerra de Abril, Revolución
del 65, o simplemente Revolución de Abril.
Hoy conmemoramos el 49 Aniversario de la Revolución del 24 de Abril del 65, donde miles de dominicanos ofrendaron sus vidas luchando por el retorno al orden constitucionalista, interrumpido con el golpe de Estado al gobierno del profesor Juan Bosch.
La Guerra Civil Dominicana de 1965 constituye uno de los hechos más relevantes en la historia reciente de la República Dominicana. El conflicto se inicia cuando un grupo de oficiales jóvenes se propone restaurar el gobierno
constitucional del destituido presidente Juan Bosch, primer gobierno
elegido democráticamente en las urnas tras el ajusticiamiento del
dictador Rafael Leonidas Trujillo.
El profesor Juan Bosch es derrocado siete meses después de haberse juramentado como presidente constitucional de la República (el primer Presidente electo democráticamente luego de los 30 años de la dictadura Rafael Leonidas Trujillo), el 24 de septiembre de 1964, por una facción de las Fuerzas Armadas liderada por Elías Wessin y Wessin. Esto sucede tras la promulgación de la Constitución de 1963, que establecía, entre otras cosas, la libertad religiosa y de expresión, la libertad política, el derecho a la vivienda, la igualdad entre hijos naturales y los nacidos bajo matrimonio, así como el retorno de los disidentes políticos y exiliados durante el régimen trujillista.
El profesor Juan Bosch es derrocado siete meses después de haberse juramentado como presidente constitucional de la República (el primer Presidente electo democráticamente luego de los 30 años de la dictadura Rafael Leonidas Trujillo), el 24 de septiembre de 1964, por una facción de las Fuerzas Armadas liderada por Elías Wessin y Wessin. Esto sucede tras la promulgación de la Constitución de 1963, que establecía, entre otras cosas, la libertad religiosa y de expresión, la libertad política, el derecho a la vivienda, la igualdad entre hijos naturales y los nacidos bajo matrimonio, así como el retorno de los disidentes políticos y exiliados durante el régimen trujillista.