La salud física y mental de las personas está estrechamente relacionada con la duración de la jornada laboral, que se considera un elemento clave de la calidad del empleo y un indicador de trabajo decente, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En su informe Panorama Social de América Latina 2013, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), establece que mientras en Europa se trabaja un promedio de 37 horas semanales, en República Dominicana y la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, la jornada laboral promedia las 4 2horas por semana.
En 2011 sólo Argentina, Honduras, Perú y Venezuela estaban bajo el límite de las 40 horas semanales, lo que muestra un fuerte contraste con los países europeos, subraya el estudio. Es por ello que la organización plantea que la media de horario de trabajo en la región sigue siendo demasiado extensa.
El documento destaca que las extensas horas laborales mantienen gran relación con los altos niveles de informalidad existentes en Latinoamérica, pues según estudios que cita el organismo, se estima que los trabajadores informales trabajan un 6% más que los del sector formal.
“En América Latina y el Caribe, los trabajadores informales de escasa remuneración y calificación también se enfrentan a una elevada probabilidad de tener que afrontar jornadas prolongadas, ya que deben luchar por conseguir suficiente trabajo para obtener ingresos dignos”, señala el informe.
Desventaja femenina
Otro aspecto que destaca el documento de la Cepal es que en las últimas décadas la incorporación de la mujer al trabajo remunerado se ha incrementado en alrededor de un 20%, sin embargo, esto no se traduce en una mejora equivalente de la calidad.
El informe agrega que un estudio sobre la calidad del empleo con enfoque de género realizado en los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Chile, señala que las mujeres perciben menores ingresos en prácticamente todas las ramas de actividad, grupos y categorías ocupacionales, así como en todas las categorías de edad y niveles de educación, además de que están más desprotegidas que los hombres.
Es por ello que la Cepal apunta que “la distribución más equitativa del trabajo doméstico no remunerado es un desafío pendiente que requiere de una legislación que la apoye (a la mujer) y de un profundo cambio cultural”.
CONTRASTES DE GÉNERO
Sobre la base de encuestas de uso del tiempo realizadas en Panamá (2011), México (2009), Perú (2010) y Ecuador (2011), la Cepal dice que “el aumento sin precedentes en la inserción laboral de la mujer” no ha sido compensada por una mayor participación de los hombres en el trabajo doméstico.
Estos sondeos demostraron que, en promedio, las mujeres tienen una carga de trabajo semanal que ronda entre 73 y 83 horas, lo que afecta seriamente su bienestar y mantiene un vínculo directo con la prevalencia de enfermedades como la angustia, depresión, estrés y ansiedad.
EFECTOS
Trabajar demasiadas horas puede reducir el bienestar personal e incluso afectar la salud, por ello es necesario garantizar un tiempo adecuado para descansar, recomienda el informe de la Cepal.
DEMANDAS
El estudio de la Cepal señala que la reducción de la jornada laboral fue una de las reivindicaciones más constantes de los movimientos de trabajadores y trabajadoras durante gran parte del siglo XX.
REGIÓN
En 2011 sólo Argentina, Honduras, Perú y Venezuela estaban bajo el límite de 40 horas de trabajo semanales, refiere el informe de la Cepal.
Fuente Listindiario.com