21 noviembre 2013

Las botánicas un comercio en Villa Consuelo casi mágico y de nuestra cultura

En las botánicas, ‘de todo como en botica’

Las mercancías tienen colores que aluden a una deidad o santo determinado y son apreciadas por los devotos que cada cierto tiempo las adquieren como forma de buscar salud 

En las “botánicas” la suerte se vende como en botica. Productos comunes se ofrecen con la garantía de que están revestidos de poderes casi mágicos, asegurando que ayudarán a quienes procuran la salud, el amor y otras bondades, o buscan escapar de la fatalidad.

En esos establecimientos ofertan coloridos velones, velas, rosarios, pañuelos y aguas perfumadas -cuya gama va desde el clásico blanco, hasta los verde, rojo, rosado, azul, amarillo, naranja, morado y negro-, palos de vudú, raíces, hojas, jabones, resguardos, escapularios e imágenes esculpidas en madera o metal, o elaboradas en yeso, cera o parafina. El resto del inventario bien puede responder a la imaginación.

Muchas de estas tiendas poseen nombres del santoral católico: San Elías (Mercado Modelo), San Miguel (Yamasá, Zona Colonial), San Expedito (Villa Francisca), Santa Marta (Villa Consuelo), San Antonio (Av. Duarte), San Enrique (Villa Consuelo), Santa Clara, San Carlos, San Lázaro, Santa Lucía, San Francisco, El Divino Niño...

Otras apelan a deidades de religiones populares: Changó, Anaísa (Invivienda), Las 21 Divisiones (Mercado Modelo), El Poder Natural (Ensanche La Fe), etc.

Una opinión
Diógenes Beltré, propietario de una botánica a la que nombró San Miguel porque está convencido de que ese santo “favorece el bien, ofrece mucha paz, dicha y prosperidad, y protege contra el mal”, considera que ese tipo de negocio exige disponer de mucha información sobre la utilidad y modalidad de uso de cada producto que se expende, pues en muchos casos deberá orientar a la clientela.

En ese sentido, indica que cuando llega alguien sin saber qué producto comprar, le pide que le hable del problema que tiene y entonces le recomienda lo que le puede ayudar a resolverlo: “Si tiene una sombra negra que, por ejemplo, no lo deja sacarse la lotería, hay que tumbársela, pero es necesario que tenga mucha fe ñ y repite estas últimas palabras bien despacio y con énfasis-, mucha fe”.

Agua ‘milagrosa’
En esas tiendas, el agua tiene una presencia predominante. Hay agua para cada problema específico. Y cada santo tiene la suya. Dependerá de la contrariedad o la devoción de la persona interesada el color del producto a adquirir.

Beltré habla de las aguas prodigiosas: “‘Lluvia de suerte’ es para cuando la suerte está chiquita, está pobre, pues trae dinero, suerte, salud, paz a su hogar; ‘Santa Marta’, la dominadora, es para dominar en el amor, en la suerte; ‘San Santiago’ protege del mal; ‘Rompe traición’ es para cuando lo traicionan en el amor, en la vida; ‘Espanta Espíritu’ los aleja cuando lo mandan por envidia, y ‘Santa Clara’, la poderosa, aclara todos los caminos.

También se ofrece agua ‘Contra hechizo y mal de ojo’, ‘Quita maldición’, ‘7 Caminos’, ‘Mano poderosa: loción para estudiantes’; ‘Diosa de los Siete Metales’; ‘Espanta muertos’, ‘7x7 Contra todo’, ‘Anaisa’, ‘Tumba trabajo’, “Quita brujería’, ‘La Diosa de los Siete Metales’Ö En el caso de San Elías, ofrecen también el agua San Elías Haití, a la que se le atribuyen mayores poderes.

Sobre su uso, explica que sea para atraer la suerte o buscar la protección, hay que darse tres baños o colocarse unas gotas detrás de las orejas y ponerse también en las manos antes de salir a la calle.

Las botánicas son tiendas bastante coloridas. El blanco es el color de Santa Clara; el de Santa Marta es el morado; el de San Santiago, azul; el negro es de San Elías; San Miguel tiene los colores rojo y verde, y el de Anaísa es el amarillo.

Solange de la Cruz Matos
Solangedelacruz@gmail.com
Especial para Listín Diario