A pesar de ser casi dueño y señor de la sección de recursos humanos en sus equipos, LeBron no puede obrar milagros económicos (además que la NBA tampoco permitiría el sueño de ’23’ que estoy a punto de contaros) ni deportivos en lo que a fichajes se refiere.
A nadie escapa cuales son tres de las mejores amistades del As de los Cleveland Cavaliers. Y éste tampoco esconde que algún día, en el ocaso de todos ellos y antes del final, le gustaría reunir a las, por entonces, viejas glorias en un mismo equipo y cerrar sus carreras deportivas de manera conjunta. “Realmente me gustaría”, ha dicho James para Bleacher Report. “Al menos una o dos temporadas. Yo, Carmelo, Dwyane Wade, Chris Paul. Podríamos jugar unos años juntos. Realmente recortaría mi sueldo por conseguir eso”, no duda en afirmar. “Sería muy divertido. Ciertamente he tenido pensamientos sobre ello”.
¿Punto de encuentro?
Más allá de saber si esto será algún día posible sería bárbaro por continuar la fantasía resulta tan interesante como enigmático pensar en la afortunada franquicia que los congregaría a todos ellos. Y ello es debido, especialmente, a declaraciones pasadas de algunos de los mencionados.
Wade se ha nombrado a sí mismo un “HeatLifer”; este año ha tenido la oportunidad de abandonar el barco pero no ha querido desligarse del único equipo de su vida. Melo, a pesar de sus flojos resultados deportivos ha declarado una lealtad similar a los New York Knicks. Sólo Paul, a priori menos apegado emocionalmente a los Clippers, se convierte en agente libre en 2017 y parecería contar con menos papeletas para renovar.
El escollo, los Cavs
Lo cierto es que el momento más corpóreo de este sueño, lo hizo añicos el propio James cuando abandonó Miami en 2014. En Florida se habían fijado en Carmelo, y mantenían los ‘Derechos Bird’ para sus dos estrellas. Con varias peripecias salariales podrían haber tentado a Paul seguro que no les habría costado demasiado convencerle en 2017.
Pero la realidad es que ahora James está de vuelta a casa y no parará hasta regalarle un anillo. Cuando lo logre, quizás aspire a reeditar esa versión de veteranos a lo Malone/Payton de 2004 en Los Ángeles. Sólo que en este caso serían cuatro los fantásticos venidos a menos aquellos Lakers contaban con unos Bryant y O’Neal en pleno apogeo pero que, de envejecer bien, puede que no nos encontrásemos sólo ante un maravilloso equipo de leyendas “cuasiretiradas”, sino que el Larry O’Brien debería estar ojo avizor, por si desde ese presunto geriátrico deportivo tratan de morderle con sus dentaduras postizas.
No es un All-Star Game ni un partido de exhibición. Es un partido de temporada regular, y el speaker presenta a las alineaciones. De corrido Chris Paul, Dwayne Wade, Carmelo Anthony, LeBron James… ¿será algún día posible?