El Diario Libre publicó en el mes de septiembre el artículo titulado “¿Enfrentan problemas financieros los atletas profesionales?”, en el que señalamos que, a pesar de las astronómicas sumas de dinero que reciben, la mayoría de los atletas profesionales de la MLB, NBA o NFL se declara en bancarrota dentro de los primeros cinco años después de anunciar su retiro. Luego de analizar un número de factores provenientes de algunos estudios e informes que intentan explicar esta penosa situación, concluimos que una de las principales causas está relacionada con el manejo que dan los atletas a sus finanzas personales.
Sin embargo, aunque no muy abundantes, existe un número de casos exitosos de atletas profesionales que podríamos catalogar como “gurús financieros” y de los cuales podríamos extraer algunas lecciones para el manejo de nuestro dinero.
El primer caso, que podríamos catalogar como el más exitoso de todos, corresponde a Michael Jordan, quien, además de ser “el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos” (véase su biografía en NBA.Com), continúa siendo el mejor pagado de todos los atletas, activos y en retiro. En el año 2013, Jordan recibió más de US$90 millones (sin tirar una pelota!), solo de la asociación que mantiene con la franquicia Nike. A pesar de no pisar una cancha de baloncesto en más de una década, Jordan mantiene contratos con Gatorade, Hanes y Upper Deck; además, es un activo inversionista en el negocio del baloncesto, donde recientemente adquirió el equipo de Charlotte Bobcats.
El segundo caso, también de la NBA, corresponde a la superestrella LeBron James, quien, a pesar de su juventud (29 años de edad), se destaca por las sabias decisiones financieras que ha tomado. LeBron, siguiendo los pasos de Jordan, no se conforma con recibir ingresos de patrocinio de marcas como Nike, Coca-Cola o Samsung, solo para mencionar algunas, sino que prefiere firmar contratos de patrocinio por montos más bajos de los que podría percibir a cambio de ser accionista en las empresas que buscan sus servicios. Esto ha llevado a que LeBron tenga participación en el negocio de importantes empresas como American Signature (industria de muebles), Cannondale Bikes (industria del deporte), PureBrands (industria de tecnología), UNKNWN (diseño de modas) y hasta el Liverpool, equipo de la Primera Liga Inglesa. En el 2008, LeBron aceptó promocionar los famosos audífonos de Dr. Dre a cambio de una participación en el negocio. Cuando Apple decidió comprar la marca en mayo pasado, LeBron recibió nada menos que US$30 millones de dólares por motivo de la venta de la empresa, una suma significativa dado que su salario por temporada en los Cleveland Cavaliers es de US$20.6 millones.
Yéndonos al béisbol, el último caso corresponde a la millonaria estrella de los Yankees Alex Rodríguez (ARod). En una entrevista para la popular revista New York Magazine, ARod se describió a sí mismo como “un inversionista cauteloso” que recibe ingresos de unos US$20 millones de dólares anuales por concepto de sus inversiones en gimnasios, negocios de venta de vehículos y de propiedad inmobiliaria (véase Fishman, S., “A-Rod in Exile: He Wants to Be a Business Star”, 13/5/2014). En el 2006, ARod fundó la empresa inmobiliaria Newport Ventures, que actualmente maneja más de 12,000 propiedades en todo Estados Unidos.
Entonces, a estas alturas podríamos preguntarnos: ¿Qué tienen estos jugadores en común en el manejo de sus finanzas y qué lecciones podríamos aplicar en nuestras vidas?
Estas estrellas conocen muy bien el valor del dinero en el tiempo y han preferido sacrificar consumo hoy a cambio de un mayor retorno mañana. En los casos de Jordan y LeBron, ambos jugadores han sacrificado percibir mayores sumas de dinero en patrocinios a cambio de participaciones reales en el negocio de los patrocinadores. Cuando se trata de poner su dinero, estos jugadores invierten en sectores que conocen, como es el caso de Jordan cuando decide adquirir un equipo de la NBA. Más importante aún, estos jugadores conocen sus limitantes dentro del mundo de los negocios y las finanzas y por eso no han sido tímidos en buscar buena asesoría financiera. Por ejemplo, tanto ARod como LeBron tienen el privilegio de contar con Warren Buffet, el oráculo de Omaha y el hombre más rico del mundo, como su mentor financiero. Además, ambas estrellas no escatiman esfuerzo para rodearse de las personas adecuadas y pasar tiempo jugando golf o yendo a cenar con empresarios como Bill Gates, Steve Ballmer (ex CEO en Microsoft), Tom Werner (productor en Hollywood), Micky Arison (CEO de cruceros Carnival), entre otras “estrellas” del mundo de los negocios. Las buenas compañías!
Finalmente, los casos de atletas que han sido exitosos en los negocios se caracterizan por tres elementos fundamentales: (1) la decisión de percibir menos ingresos a cambio de ser partícipes en los negocios, (2) la realización de inversiones en sectores de los cuales tienen conocimiento, (3) la búsqueda de asesoría y compañía adecuadas que brinden orientación. Tener una gran fortuna no es determinante del éxito, pues como expusimos en nuestro primer artículo la mayoría de estas superestrellas declaran bancarrota poco después de entrar en retiro, sino que el camino al éxito financiero está pavimentado por la cautela y el sacrificio. En palabras de ARod, este es un proceso que puede ser “muy despacio, muy metódico, [en ocasiones] aburrido, de un paso a la vez”.