El comercio organizado de Villa Consuelo, compuesto por unos 480 propietarios y alrededor de mil negocios, incluyendo los informales, amenaza con cerrar sus puertas ante los elevados gastos que tienen que asumir con la compra de combustibles para sus plantas, por el progresivo deterioro del sistema eléctrico.
Los hombres de negocio de la importante arteria destacan que si a esos inconvenientes se suma el alto costo de la factura eléctrica a la Distribuidora de Electricidad del Este (EDEESTE), el resultado es que están trabajando con pérdidas cuantiosas y al borde de la quiebra.
En ese sentido, puntualizaron “Aquí en Villa Consuelo están dando no más de dos horas de luz, ya que la energía eléctrica se va antes de las ocho de la mañana y llega luego de cerrados nuestros negocios”, explicó Mario Chabebe, presidente de la Asociación de Comerciantes e Importadores.
Mientras los moradores del popular barrio capitalino, consultados al respecto, aducen que en las noches la luz viene, más que por dos horas, en tanto que las madrugadas la pasan en penumbras, pues “la luz brilla por su ausencia”.
“Estamos atados de manos por la falta de luz y no han valido las reuniones y reclamos a Edeeste para que nos suplan la energía 24 horas, porque los costos de operación de las plantas eléctricas son insostenibles”, comentó un empresario de la zona.
Un detalle que ilustra claramente la precaria situación del servicio eléctrico en Villa Consuelo es que este redactor, en actividades propias de su oficio, visitó la zona los 7 días de la semana pasada en diferentes horarios, y para sorpresa suya, durante dichas visitas nunca hubo electricidad en el sector.
De igual manera, amas de casa, iglesias y juntas de vecinos han pegado el grito al cielo por diferentes vías ante la extensa tanda de apagones, quienes entienden que solo instalándoles un circuito de energía eléctrica 24 horas, es como se puede resolver la situación que les causa pérdidas millonarias y ha trastornado su calidad de vida.
Se ha podido comprobar el malestar de la gente, en especial comerciantes, dueños de salones, peluquerías, sastrerías y talleres, así como amas de casa, quienes se quejaban de que la crisis no les permitía cumplir con parte de sus responsabilidades.
Otros, visiblemente molestos, se quejaban de que ni siquiera sus inversores pueden trabajar, ya que a causa de los prolongados apagones se han descargado. Además se quejan de que, a pesar de la falta de luz, las facturas siguen cada vez más elevadas.
Los manifestantes fueron enfáticos en precisar que de continuar las interrupciones emprenderán un plan de lucha que podría incluir huelgas, marchas y protestas, quema de neumáticos y bloqueos de calles, a fin de ser tomados en cuenta por las autoridades del área.
Autor: ORLANDO ARIAS