17 febrero 2012

Reflexión: No juegues con lo que Dios te ha dado


DIOS se ha placido de poner en nuestras manos lo más valioso


Historia.- Un día un pasajero a bordo de un barco parado en la barandilla tiraba al aire algo hermoso que al ser tocados con los rayos del sol resplandecía con gran esplendor, un caballero que lo observaba se acerca y le pregunta,

¿Qué es eso que tira usted al aire y vuelve y lo apara tan descuidadosamente?
-Es un diamante, véalo usted.
- ¿es de mucho valor?
-Si. Es muy valioso. Fíjese en su color y tamaño.
- Viajo a distintos lugares del mundo en busca de fortunas, Y la verdad es que todo lo que poseo en el mundo esta invertido en este diamante.
-Si es tan valioso como dice ¿no le parece que corre un gran riesgo al tirarlo al aire así sobre la borda del buque?
-No, no es ningún riesgo lo he estado haciendo desde hace media hora, replico el viajero.
-Pero podrá suceder que llegue el momento en que usted lo lance por última vez
-Observo el compañero de viaje.

El hombre se sonrió y volvió a lanzarlo al aire una y otra ves cada vez más alto y lo empuñaba al caer: luego volvió a tirarlo otra vez, y la preciosa piedra brillaba deslumbrantemente tocada por los rallos el sol, pero esta vez cayo muy afuera, el hombre extendió sus brazos lo mas que pudo por encima de la baranda pero no pudo agarrarlo, se vio un leve salto del agua donde callo. El hombre se quedo sin habla por unos segundos atontado y luego exclamo, lo perdí, lo perdí, lo perdí…he perdido todo lo que tenia en este mundo.

Esta puede ser una historia ficticia o real depende de tí, porque los protagonista de esta historia somos nosotros.

El océano mencionado es el tiempo y el destino hacia el cual nos dirigimos es la eternidad, el barco en el que navegamos es la vida y el diamante con el cual jugamos es el alma.

¿Qué es lo que tenemos en las manos con lo cual jugamos tan descuidadamente?

Es nuestra alma, es la perla preciosa que DIOS se ha placido de poner en nuestras manos la cual la hemos tomado como juguete, y la palabra nos manda en: Mateo. 7:6

No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen: ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.

En el mundo material cuando tenemos algo de valor

¿Qué hacemos?

Lo guardamos en un lugar donde el ladrón no pueda encontrarlo.

Cuando tenemos algo que nos gusta, que nos hace sentir bien, algo que no queremos que nadie encuentre, ni sepa que esta en nuestras manos, no encontramos lugar seguro para esconderlo por lo que estamos a cada instante pendiente de que nadie haya visto donde lo guardamos y que nadie lo encuentre, y si eso es con las vanidades de este mundo las cuales sólo nos sirven aquí, ¿porque no guardar nuestra alma de las asechanzas del enemigo, de las vanidades de este mundo?

Hay ocasiones en las que estando apunto de caer al abismo y aún sabiendo que estamos muy en la orilla del peligro Dios manda sus Ángeles advertirnos de que si no movemos nuestros píes del resbaladero vamos a perecer, pero seguimos jugando con lo que el nos ha dado, le pedimos un empleo y en cuanto llegan las pruebas ¡toy loco por dejar ese bendito trabajo! Ya me tiene arto ese jefe, nada más sabe decir, fulano ven a ca., a me esto, a me lo otro un día de esto lo dejo hablando sólo y me largo.

Si le pedimos algo al todo poderoso el nos lo da pero así mismo vendrán las pruebas para ver si realmente estas valorando lo que el te ha dado.

¿Que recompensa dará el hombre por su alma? (marcos 8:36-37)


El señor es maravilloso y bondadoso el es quien hace cada día posible para que nosotros podamos estar un día más con nuestros seres queridos, el es quien hace esas grandes cosas que no podemos explicar a los cuales llamamos milagros, el es quien en todo momento aunque no le puedas ver, aunque por nuestra desobediencia no le podamos sentir el es quien siempre cuida de ti.

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto este cercano” (Isaías 55:6)


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