Si llevas a Dios,
en ninguna parte has de sentirte extranjero,
porque Él estará en lo más dulce
de todos los paisajes,
en el límite indeciso de todos los horizontes.
Si llevas a Dios,
en ninguna parte estarás triste,
porque, a pesar de la diaria tragedia,
Él llena de júbilo el universo.
Si llevas a Dios,
no tendrás miedo de nada ni de nadie
porque nada puedes perder,
y todas las fuerzas del cosmos
serían impotentes para quitarte tu heredad.
Si lleva a Dios,
ya tienes alta ocupación
para todos los instantes,
porque no habrá acto que no ejecutes
en su nombre,
ni el más humilde ni el más alto.
Amado Nervo