"Si Becky no quiere postre, yo tampoco lo querré” –esta es tan solo una de las convicciones de Amy Glass, la hermana de su hermana, es decir, la otra cara de una misma moneda espiritual.
Amy y Becky Glass son dos hermanas gemelas de 46 años que viven juntas en Los Ángeles. Y hasta aquí no hay nada novedoso. Pero la historia se complica y se vuelve interesante cuando nos enteramos de que estas dos mujeres hace muchos años que no pueden estar más de media hora separadas.
Viven bajo el mismo techo, duermen en la misma habitación, trabajan juntas, se han creado una misma cuenta de Facebook, utilizan un mismo teléfono celular y hasta han dejado suponer que en algún momento tuvieron un mismo novio.
Son las hermanas más inseparables del mundo. Según un reportaje de The Daily Mirror, en más de 10 años nunca han tenido una cita en la que la otra parte, la otra hermana, no haya estado presente.