Los haitianos no compran solamente en el Pequeño Haití, sino que aunque viven en pensiones en ese lugar salen y compran mercancías en otros sectores, principalmente en Villa Consuelo.
Los inmigrantes se concentran mayoritariamente en la calle Del Monte y Tejada, donde venden flores, ropas nuevas y usadas, calzados, comida y botánicas, donde también existen almacenes de mayoristas para la exportación.
Dominicanos y haitianos conviven sin mayores dificultades en el arrabalizado sector de San Carlos conocido como “El Pequeño Haití”, un espacio ubicado entre la avenida Mella y la calle Benito González y detrás del Mercado Modelo.
En este lugar los dominicanos se dedican principalmente a la venta de mercancías y dispositivos electrónicos ya desplazados por otras más modernas y objetos antiguos, así como productos agropecuarios y manualidades.
En cambio, los inmigrantes haitianos se dedican a la compra al por mayor de productos comestibles para ser llevados a la vecina nación, mientras otros se buscan la vida con la venta de piezas de vestir, flores, comida y otros.
Ambos exhiben sus mercancías en plena calle y en las aceras, dejando poco espacio para el tránsito vehicular y peatonal.