07 septiembre 2015

Fundación Richard Ortiz apadrina “El Hogar de niñas Nuestra Señora de la Altagracia”


Villa Consuelo.- La Fundación Richard Ortiz, comprometidos con el apoyo que ha venido realizando con el Hogar de Niñas Nuestra Señora de la Altagracia ha decidido apadrinar esta institución sin fines de lucro y dar apoyo a estas niñas que están en la etapa de la pubertad y la adolescencia que viven en extrema pobreza, víctimas de maltratos físicos, psicológicos y miembros de familias disfuncionales (con problemas de drogas, madres solteras, padres o madres encarcelados). 

Este hogar ofrece a las destinatarias un hogar cristiano, formación espiritual y académica, alimentos y salud. Al igual que una formación técnica que les permita integrarse a los medios productivos de la sociedad al finalizar el bachillerato. 

La Fundación Richard Ortiz al igual que en otras ocasiones realizó la donación de útiles escolares para las adolescentes así como productos para la higiene y alimentos de primera necesidad, en ocasión su presidente Richard Ortíz y su esposa Doña Deisy Ortiz aprovecharon para desear éxitos pero también aconsejar a las adolescentes de que el trabajo dignifica y si hay forma de llegar hacer alguien en la vida. En su lugar la señora de Ortiz agradeció al padre todopoderoso, así como una oración de bendición para todos los allí presentes.

Lo más importante el agradecimiento en manos de una de las adolescentes por el apoyo que vienen dando y deseo bendiciones infinitas a sus directivos.

Historia Breve

El Hogar fue incorporado mediante el Decreto No. 131-03 de fecha 7 de febrero del año dos mil tres (2003), de conformidad con las disposiciones de la Ley No. 520 del 26 de julio del año mil novecientos veinte (1920). 

Este Hogar nace en el 1963, siendo su fundadora Rosa Julia Flaz, quien en una pequeña casita de dos habitaciones ubicada en la Calle Idelfonso Mella, de Villa Consuelo, e inició su trabajo con las niñas que quedaban en la orfandad. Ella se motivó a iniciar con este proyecto porque sentía una gran angustia por las niñas que deambulaban por las calles (en los semáforos) sin un padre o una madre que les brindara protección, o que eran abusadas.