San Valentín.- Si se hiciera un estudio serio sobre el tiempo que la gente invierte en pensar en el amor (en todas sus versiones), muchos se arrepentirían de años y años de tanto drama emocional.
Pero no hay una vacuna que te haga inmune a un sentimiento que es tan popular como contagioso. Puedes ser la persona más pragmática y no dejarte sensibilizar por las películas de Meg Ryan y las canciones que hablan de paraísos y de sentidos de pertenencia.
Puedes creer que no existen otras mitades, porque te sientes entero. Puedes, incluso, pensar que tu media naranja es la que guardas impar en el cajón de la ropa interior (porque se perdió la otra cuando lavaron).
Pero entonces llega San Valentín y te imponen a ese Cupido de flechas caprichosas, abunda el papel celofán que parece asfixiar peluches de fieltro y por momentos a ti.
Pero, a pesar de tu recia soltería, te dejas engañar por tanta cursilería y promesas de finales felices al estilo Hollywood y te repites lo que una vez se dijo Carrie Bradshaw: “Quizá haya alguien para mi allá afuera… una alma gemela… y lo peor de todo es que no sé si creo en las almas gemelas”.
Pero no hay una vacuna que te haga inmune a un sentimiento que es tan popular como contagioso. Puedes ser la persona más pragmática y no dejarte sensibilizar por las películas de Meg Ryan y las canciones que hablan de paraísos y de sentidos de pertenencia.
Puedes creer que no existen otras mitades, porque te sientes entero. Puedes, incluso, pensar que tu media naranja es la que guardas impar en el cajón de la ropa interior (porque se perdió la otra cuando lavaron).
Pero entonces llega San Valentín y te imponen a ese Cupido de flechas caprichosas, abunda el papel celofán que parece asfixiar peluches de fieltro y por momentos a ti.
Pero, a pesar de tu recia soltería, te dejas engañar por tanta cursilería y promesas de finales felices al estilo Hollywood y te repites lo que una vez se dijo Carrie Bradshaw: “Quizá haya alguien para mi allá afuera… una alma gemela… y lo peor de todo es que no sé si creo en las almas gemelas”.