Da sin medida, sin esperar recibir nada a cambio
“Así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.”. Mateo 20:28
Hay veces que nos dejamos arropar por una profunda tristeza, al sentir que lo que hacemos no se nos toma en cuenta, esto afecta nuestra alma, la misma se congoja dando lugar a la depresión, la cual nos hace perder el interés a todas las cosas y el deseos de vivir.
Esto ocurre porque siempre estamos esperando algo de los demás, y cuando esto no sucede nos decepcionamos porque no llenaron nuestra expectativa. Es penoso que habiendo recibido en nuestro corazón a Jesús, nuestra mente no logra entender que ya no vivimos para recibir sino para dar.
Nuestra vieja naturaleza está llena de condiciones emocionales, las cuales detienen nuestro crecimiento espiritual, y es necesario entender que no podemos movernos bajo condiciones humanas sino espirituales, y cuando aprendemos a vivir de esta manera nunca estaremos esperando nada de nadie, sino siempre dando por amor a Él.
Cuando logremos alcanzar esta estatura nos gozaremos sin parar, al entender que ya todo Él nos lo dio desde antes de la fundación del mundo, y ¿Qué más podemos esperar? Si ya todo lo tenemos. Disfruta y da sin medida, sin esperar recibir nada a cambio, que lo que tenemos no se podrá comparar con nada que nos puedan dar.
Hay veces que nos dejamos arropar por una profunda tristeza, al sentir que lo que hacemos no se nos toma en cuenta, esto afecta nuestra alma, la misma se congoja dando lugar a la depresión, la cual nos hace perder el interés a todas las cosas y el deseos de vivir.
Esto ocurre porque siempre estamos esperando algo de los demás, y cuando esto no sucede nos decepcionamos porque no llenaron nuestra expectativa. Es penoso que habiendo recibido en nuestro corazón a Jesús, nuestra mente no logra entender que ya no vivimos para recibir sino para dar.
Nuestra vieja naturaleza está llena de condiciones emocionales, las cuales detienen nuestro crecimiento espiritual, y es necesario entender que no podemos movernos bajo condiciones humanas sino espirituales, y cuando aprendemos a vivir de esta manera nunca estaremos esperando nada de nadie, sino siempre dando por amor a Él.
Cuando logremos alcanzar esta estatura nos gozaremos sin parar, al entender que ya todo Él nos lo dio desde antes de la fundación del mundo, y ¿Qué más podemos esperar? Si ya todo lo tenemos. Disfruta y da sin medida, sin esperar recibir nada a cambio, que lo que tenemos no se podrá comparar con nada que nos puedan dar.
Por: Pastora Montserrat Bogaert, Iglesia Monte de Dios
Recopilación: Lic. Carlos Coste
Recopilación: Lic. Carlos Coste