Mostrando entradas con la etiqueta Cuaresma. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cuaresma. Mostrar todas las entradas

11 marzo 2015

Cuaresma: Tiempo de Pescados


La cuaresma es un tiempo litúrgico destinado a la reflexión, 40 días antes de la Pascua, que comienza a partir del miércoles de ceniza y desde el siglo V hasta el siglo IX, la iglesia católica estableció guardar un ayuno estricto durante esa temporada y prohibió el consumo de carne roja. Sin embargo, aunque en la actualidad se realizan ayunos, abstinencia, oración y muchos se permiten el consumo de cualquier alimento, la tradición de consumir pescados y mariscos en cuaresma permanece vigente. 

Y es que el pescado puede prepararse de muchas maneras y combinarse con variados alimentos. Además, de ser altamente recomendable para la dieta, por sus propiedades nutritivas, fácil digestión y efecto protector del corazón, puede ser sazonado con ingredientes tan variados como laurel, eneldo, jengibre, menta, mostaza, ajo, nuez moscada, cebolla, orégano, paprika, anís, chile, romero, azafrán o tomillo, entre otros; y puede ser preparado de numerosas y ricas formas, siendo las siguientes las más comunes: 

Pescados hervidos: Deben hervirse en agua con unas gotas de aceite, y siempre acompañados de unas hierbas aromáticas o vegetales. El tiempo de cocción para los pescados es inferior al de las carnes, al ser su consistencia mucho más débil. Para un par de rodajas de merluza de peso normal, bastarán cinco minutos de cocción, una vez que el agua haya reemprendido el hervor. 

Pescados al horno: Se asan con previa anexión de aceite o mantequilla, con o sin vegetales, y el tiempo de cocción dependerá del tamaño del mismo. Debe agregarse la sal a media cocción, a fin de no acelerar el proceso de pérdida del agua, y condiméntalos al gusto. El tiempo aproximado es alrededor de 15 a 20 minutos. 

Pescados cocidos en cazuela: Suelen guisarse con una base de sofrito o con verduras incorporadas conjuntamente con el pescado, un poco de mantequilla o aceite y, opcionalmente, papas. En cualquier caso, se incorpora siempre algún líquido, que se recomienda sea caldo de pescado o vegetal, salvo en aquellos casos que se emulsione directamente el aceite con el ajo y el jugo del pescado; la cantidad de líquido a incorporar dependerá de la consistencia que queramos dar a la salsa. Para la cocción del pescado, se puede introducir el pescado en el último momento, y se realizan la salsa con trozos del pescado o la cabeza. 

Pescado a la sal: Es ésta una forma muy sana de cocción de los pescados que mantiene durante la cocción todas las propiedades y el genuino sabor del pescado, solo se requiere que el pescado sea muy fresco. La cocción consiste en asar el pescado bajo una gruesa capa de sal, cerrada herméticamente, hasta que la misma endurezca. 

Pescado frito: Este tipo de cocción se utiliza únicamente para cocer los pescados pequeños o rodajas de pescados de mayor tamaño, bien mediante contacto directo con la grasa a freír, bien, como en el caso de las carnes, sirviéndonos de una pasta para empanarlos o rebozarlos. El proceso y el tiempo suelen ser aproximados a los de las carnes. 

Pescado en papillote: Consiste en envolver los pescados enteros, en un papel de aluminio, espolvoreado únicamente con un poco de sal, y algunas especias, además del aceite o mantequilla correspondiente. 

Pescado al vapor: Se cuece, como en el caso de las carnes, por el efecto del vapor que desprenda un caldo vegetal o de pescado. El tiempo de cocción dependerá del peso del pescado. 

Pescado crudo macerado: el pescado puede comerse también crudo, macerado con limón y hierbas aromáticas. El pescado en maceración debe conservarse en un lugar fresco y escaloparse finamente. 
Pescado triturado y amasado: Se tritura el pescado, en crudo o previamente cocido, y se amasa con huevo batido, salsa bechamel, leche o harina, para realizar después con dicha masa ya sean croquetas, conchas de pescado, empanadillas, puddings, etc.


Sigánlos en
Instagram: lunchrd
Facebook: Lunch RD


13 febrero 2013

EL ORIGEN DEL MIÉRCOLES DE CENIZA

La puerta hacia la Cuaresma


Santo Domingo.- Con la tradicional imposición de ceniza y la expresión “polvo eres y en polvo te convertirás”, que nos recuerdan a los creyentes que no somos eternos, se inicia la Cuaresma, sinónimo de conversión y preparación.

La Cuaresma, cuarenta días antes de la Pascua, comienza con el miércoles de ceniza y termina justamente antes de la misa del Jueves Santo, según la tradició católica. Para esta fecha la Iglesia católica se viste de morado, que significa luto y penitencia, y nos invita a tomar las actitudes necesarias para acercarnos a Jesús.

Cuenta la iglesia que la Cuaresma es un tiempo litúrgico de mucha importancia para los católicos. Tradicionalmente las lecturas de este tiempo resaltan la conversión; por eso durante todo este momento la iglesia llama a reconocer que somos pecadores. También motiva a prepararnos para vivir el misterio pascual.

EL ORIGEN DEL MIÉRCOLES DE CENIZA

Según la tradición católica, el Miércoles de Ceniza tiene su origen en los descendientes israelitas, los judíos y los ninivitas. Los primeros solían cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los segundos usaban la ceniza como signo de conversión de una mala vida a una vida con Dios. Pero es a partir del siglo IV cuando se estableció la Cuaresma. A partir de ahí la Iglesia de Roma acostumbra a poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión. ¿De dónde sale la ceniza que se utiliza para esos fines? Es extraída de la quema de las ramas bendecidas durante el Domingo de Ramos del año anterior. Normalmente la ceniza es colocada por el sacerdote, quien hace una cruz con ésta en la frente de los fieles o deja caer un poco de ceniza en su cabeza. Mientras lo hace, emplea algunas de las frases extraídas de las Escrituras, como:

1- Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás (Gn. 3,19)

2- Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Mc. 1,14-15)

3. Concédenos Señor el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida (Gén. 3:19).



Fuente: Listin Diario

22 febrero 2012

Hoy miércoles de Ceniza inicio de la Cuaresma


Los fieles acuden a las celebraciones desde las 6 de la mañana

El Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma en los calendarios litúrgicos católico, protestante, y anglicano. Se celebra cuarenta días antes del inicio de Semana Santa, es decir, del Domingo de Ramos.

Este día cae en diferentes fechas año a año, de acuerdo a la fecha móvil de Pascua. Puede acontecer entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.

¿Por qué miércoles?

Cuando en el siglo IV, se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ésta comenzaba 6 semanas antes de la Pascua (Para calcular la fecha de la Pascua se usaba el Computus), en domingo, el llamado domingo de "cuadragésima". Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal. Y aquí surgió un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en día domingo por ser "día de fiesta", la celebración del día del Señor. Entonces, corrieron el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer sabado del mes.


Imposición de la ceniza

Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.

En el rito católico la imposición de la ceniza es realizada por el sacerdote sobre los fieles. El sacerdote puede hacer una cruz con la ceniza en la frente de los fieles o dejar caer un poco de ceniza en su cabeza. En el caso de los clérigos se puede aplicar en la tonsura. Mientras lo hace puede emplear una de las siguientes frases extraídas de las Escrituras:
  1. Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida (Gén. 3:19)
  2. Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás (Gn. 3:19)
  3. Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Mc. 1:14-15)
Es costumbre dejar y no lavar la ceniza hasta que esta desaparezca por sí misma.

Origen de la costumbre

Antiguamente los judíos y otros pueblos de Oriente Próximo acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como gesto de arrepentimiento profundo. La Biblia menciona múltiples ocasiones y pueblos que utilizaban la ceniza en significado de duelo como en Mt 11:21.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma solía poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. De acuerdo a la Tradición, esto recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo.


Fuente: es.wikipedia.org