Michael Jordan en las gradas apoyando a Roger Federer, una quinceañera ganando el primer partido de su vida y un dominicano que a los 34 años confirma que puede vivir del tenis: el Abierto de Estados Unidos vivió este martes un día de excepción.
"Cuando era joven mis ídolos eran Stefan (Edberg) y Boris (Becker), pero Michael fue mi héroe de todos los deportes", aseguró Federer tras imponerse 6-3, 6-4 y 7-6 (7-4) al australiano Marinko Matosevic en un entretenido partido disputado en el estadio Arthur Ashe, el principal escenario del complejo de Flushing Meadows.
A la búsqueda de su sexto título en Nueva York, Federer remató el partido con un saque y red que resolvió con un contundente smash.
El suizo, que en las últimas horas colgó en las redes sociales fotos de un encuentro con Jordan, contó con la leyenda del baloncesto sentado en su box en el estadio.
Federer dijo haberse sentido bien en su presentación nocturna ante el público neoyorquino, aunque recordó el smash que falló en el final de la segunda manga.
"Creo que pegué unos cuantos passing shots de revés muy buenos hoy, disfruté el partido. En el último punto hubo algo de Air (Jordan), eh...", dijo en referencia alsmash con que cerró el encuentro.
"Pero sí, lo fallé en ese segundo set", admitió. "Es fantástico tener a Michael aquí".
El próximo rival de Federer será el australiano Sam Groth, dueño del récord de velocidad con el servicio.
"¿Qué espero para ese partido? Seguro que unos cuantos saques fuertes", bromeó el ex número uno del mundo, que está disputando su sexagésimo torneo de Grand Slam consecutivo a la búsqueda del décimo octavo título.
La jugada de marketing de la firma Nike fue completa, porque Federer jugó con unas zapatillas blancas con las iniciales "M.J." y se extendió acerca de sus lazos con el ex baloncestista.
